Como cada 8 de marzo (#8M) a partir de la declaración de las Naciones Unidas en 1975, conmemoramos el Día Internacional de la Mujer Trabajadora.
Desde el CEIPIL consideramos importante y necesario reivindicar la equidad de género en el ámbito científico y tecnológico, que es un tema sin dudas pendiente en América Latina y en todos los países del mundo.
Según datos del SICYTAR, la mayoría de las personas que investigamos en Argentina son mujeres (59,5 %).
Sin embargo, a pesar de que somos más de la mitad accedemos en menor medida que los varones a las categorías más altas de la carrera de investigación. Este fenómeno se conoce como “efecto tijeras”.
A pesar de los avances con respecto a años anteriores, las mujeres también nos encontramos bajo lo que se denomina “techo de cristal”, ya que solo el 31% de los puestos directivos de los Organismos de ciencia y tecnología son ocupados por nosotras.
También existe una segregación por disciplinas en algunas áreas del conocimiento: estamos sub-representadas en las áreas de ingenierías y tecnologías y en las ciencias naturales y exactas; a diferencia de lo que ocurre en las ciencias sociales, humanidades, ciencias médicas y de la salud.
Además, a las mujeres nos cuesta más que nuestros artículos sean evaluados favorablemente en las revistas de mayor jerarquía.
Por ejemplo, dentro de las ciencias sociales, un 22,2% de varones logran publicar en este tipo de revistas, frente a un 16% de mujeres. Esta disparidad también se manifiesta en la composición de los comité de pares evaluadores en las distintas actividades de investigación.
Sin dudas, se ha avanzado mucho pero aún así nos restan muchos derechos por conquistar: por todo eso seguimos luchando.